El Liverpool terminó con la condición de invicto del Manchester City y desarboló en Anfield, especialmente en el primer tramo de la segunda mitad, al equipo del español Pep Guardiola, que rozó el empate en un acelerón final lleno de coraje (4-3).
Los ‘citizen’, líderes incontestables de la Premier, han tardado veintitrés jornadas en encajar su primera derrota en Inglaterra. El City transitaba por la liga con veinte victorias y dos empates antes de su visita a Liverpool. Igual que en la Copa y en la Copa de la Liga, donde había saldado con éxito cada uno de sus compromisos.
Su único revés del curso hasta ahora llegó en el Allianz Arena de Múnich, donde cayó frente el Bayern el pasado 6 de diciembre (2-1) cuando ya tenía asegurada su clasificación como primero de grupo.
Pero en Anfield no pudo esconder su inferioridad ante un rival más motivado, desatado tras el descanso. Y eso que en la primera parte el Manchester City se mostró superior a partir del minuto 9, cuando el Liverpool se puso por delante con un tanto de Alex Oxlade-Chamberlain, que recogió un balón en medio campo, superó a cada rival que le salió al paso y, desde el borde del área, lanzó un tiro fuera del alcance del brasileño Ederson.
El City reaccionó con la autoridad del líder. Cercó el área local y encontró premio al borde del descanso, tras un pase medido de Kyle Walker a Leroy Sane, que se adentró en el área, se deshizo de su marcador y batió a Loris Karius por el primer palo.
Pero todo cambió tras la reanudación. Los ‘reds’ salieron con mayor ambición y desarbolaron a un rival hasta ahora inabordable.