Dios es amor
¿Quién es Dios? ¡Es una pregunta fundamental, insondable! No podríamos responder por nosotros mismos. Dios se dio a conocer a los primeros hombres como el Dios Todopoderoso, el Altísimo, cercano pero santo, impenetrable para la mente humana. Se reveló a Moisés como Aquel que es desde siempre y para siempre. Se revela en el Nuevo Testamento como el Padre de aquellos que creen en Jesús. Al final del Nuevo Testamento hallamos estas palabras tan grandes y llenas de dulzura: “Dios es amor”.
De un ser humano podemos decir que da o que recibe amor, pero no podemos decir que es amor. Sin embargo Juan nos dice de Dios no solo que ama, sino que es amor.
El amor de Dios no es algo abstracto, es un amor activo, un amor que se entrega. Por medio de Jesús, el Hijo de Dios que se hizo hombre y vino a la tierra para acercarse a nosotros, conocimos el amor de Dios. Jesús “anduvo haciendo bienes” (Hechos 10:38). Luego aceptó morir en una cruz para librarnos de nuestros pecados.
En esto el cristianismo es único: Dios se reveló a nosotros en Jesús, el Hijo de Dios que se hizo hombre para salvarnos.
“Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:6-8).